Espíritu de Profecía

Las Escrituras testifican que uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía.
Este don es una marca identificadora de la iglesia remanente y creemos que se manifestó en el ministerio de Ellen G. White. Sus escritos hablan con autoridad profética y proveen consuelo, guía, instrucción, y corrección a la iglesia.
La Pluma Inspirada ha dedicado extensas y numerosas página a reforzar el carácter e importancia de la Educación .Nota de ello es la siguiente cita “La obra de la redención debía restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor, devolverlo a la perfección con que había sido creado, promover el desarrollo del cuerpo, la mente y el alma, a fin de que se llevara a cabo el propósito divino para el cual los seres humanos habíamos sido creados. Este es el objetivo de la educación, el gran propósito de la vida»»La verdadera educación significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que una preparación para la vida actual”. El concepto divino de educación no concluye cuando el alumno termine un currículo de materias para pasar al siguiente curso o concluya una carrera. La educación que Dios tiene planeada para nosotros no se limita a que tener una profesión u oficio para solventar los gastos de la vida. La educación adventista mira más allá de este mundo. En realidad, “abarca todo el ser y toda la vida del ser humano”
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